Protegida por diversos montes, con gargantas que vierten sus aguas al río Arenal, con una población de unos 7.000 habitantes, Arenas de San Pedro es la capital administrativa del valle, y una villa que tiene tras de sí una larga e importante historia.
Situada en un lugar privilegiadamente bello, donde los amantes de la naturaleza pueden disfrutar por sus alrededores, de apacibles paseos en coche, a pie o en bicicleta, deleitarse con un baño en sus pozas de agua limpia y cristalina procedentes de sus gargantas, y admirar una gran variedad de plantas, pájaros y aves rapaces… es por otra parte una villa donde el desastre urbanístico que en su día permitió la construcción de elevadas y modernas edificaciones, ha hecho mella en su paisaje.
El monumento emblemático de Arenas de San Pedro, es sin lugar a dudas, el Castillo del siglo XV de Rui López Dávalos, llamado popularmente “El castillo de la Triste Condesa” por haber sido habitado por Juana de Pimentel, viuda de Álvaro de Luna, después de que su marido pasara del cargo de Condestable de Castilla a la muerte en el patíbulo.
Paseando por el pueblo descubriremos sitios tan interesantes como la iglesia gótica de Nuestra Señora de la Asunción, de los siglos XIV al XVI- decorada con pinturas murales de Martínez Vázquez-, La Ermita del Cristo de los Regajales, La Cruz del Mentidero, El Palacio del Infante Don Luis de Borbón, el puente medieval de Aquelcabos (s. XI) y el castillo de La triste Condesa (s. XIV).
Fiestas: 19 al 26 de agosto. Del 7 al 9 de setiembre Virgen del Pilar. 19 de Octubre, San Pedro de Alcántara.