Por fin llegan las lluvias también a nuestro valle, provocadas por ese huracán Vince que de forma inusual se ha formado días atrás en las cercanías de la isla portuguesa de Madeira, gracias claro está, al cambio climático que se está produciendo en nuestro planeta y que afortunadamente, a nosotros, en lugar de desastres y desgracias, nos va a proporcionar según parece, abundantes precipitaciones.
Precipitaciones que servirán para llenar un poquitín nuestros embalses con el agua de esta tormenta tropical y refrescar los campos del Valle del Tiétar, maltratados durante los últimos meses por una fuerte y pertinaz sequía, causada también con toda seguridad por el cambio climático.
Está claro que la naturaleza está pasando factura y nuestro planeta que es también un ser vivo, se defiende con sus propios métodos y estrategias de supervivencia.
De todas las maneras y dejando el tema del cambio climático, del que mucho y mal se podría hablar, recibamos a este extraño huracán con la esperanza de que sea el principio del fin de la sequía que nos permita de nuevo contemplar en poco tiempo, el hermoso y resplandeciente verdor de nuestro paisaje.