Maqueda
Diciembre de 2019
Un frío día de diciembre nos pusimos en marcha hacia la provincia de Toledo para visitar Maqueda, villa antigua que se encuentra a unos 45 km de La Adrada y que nos recibió con el rollo jurisdiccional del siglo XVI en la plaza de su ayuntamiento, donde aparcamos.
Nos habían hablado de lo interesante que podría ser hacer una visita a este pequeño pueblo toledano donde se desarrolla el tratado segundo del Lazarillo de Tormes.
“Otro día, no pareciéndome estar allí seguro, fuime a un lugar que llaman Maqueda, adonde me toparon mis pecados con un clérigo que, llegando a pedir limosna, me preguntó si sabía ayudar a misa. Yo dije que sí, como era verdad; que, aunque maltratado, mil cosas buenas me mostró el pecador del ciego, y una dellas fue ésta. Finalmente, el clérigo me recibió por suyo. Escapé del trueno y di en el relámpago, porque era el ciego para con éste un Alejandro Magno, con ser la mesma avaricia, como he contado. No digo más sino que toda la laceria del mundo estaba encerrada en éste. No sé si de su cosecha era, o lo había anexado con el hábito de clerecía”
Durante nuestro recorrido pudimos contemplar los siguientes monumentos:
Castillo de la Vela. Antiguo puesto de vigía romano, convertido en fortaleza en la época musulmana, restaurado por los Cárdenas-Enríquez, matrimonio que en el siglo XV reconstruyó la fortaleza sobre otra de origen musulmán.
Restos de la muralla que protegía a todo el pueblo, de origen árabe.
Iglesia Parroquial Santa María de los Alcázares, de estilo gótico mudéjar, del siglo XV, y Torre del campanario de la misma iglesia.
Puerta Califal, construida entre los siglos X y XII, que fue entrada a la antigua fortaleza amurallada. En la actualidad forma parte de la Iglesia del pueblo y solamente se abre para diversas ceremonias.
Torre de la Vela, del siglo XII. Resto de la antigua fortaleza amurallada. De planta curvilínea, realizada en mampostería y ladrillo.
Espadaña campanario del siglo XV. Único resto de la antigua iglesia de Santo Domingo.
Rollo jurisdicional, del siglo XVI. Antiguo símbolo de la villa por el que se administraba justicia, que se encuentra en frente al edificio del ayuntamiento. Tiene esculpido el escudo de la familia Cárdenas.
Una excursión muy agradable que terminó con la adquisición de unas riquísima galletas artesanales de mantequilla en el obrador Ruiz Benayas, que resultaron ser una auténtica delicia que saboreamos durante nuestro regreso a La Adrada.