Pedro Bernardo
Conocido hasta el siglo XV como Navasolana, tomaría el nombre actual de Pedro Bernardo, según dice la tradición, al unir por mediación de Beltrán de la Cueva, los nombres de pila de dos de sus pobladores, cabecillas ambos de este lugar, que se llamaban Pedro Fernández y Bernardo Manso, si bien este hecho se contradice con ciertos pasajes del Libro de la Montería de 1348, donde ya entonces se cita a este lugar como “Pero Bernaldo”. En cualquier caso y sea como fuere, lo que si está bastante claro es que obtuvo el título de villa en 1679, durante el reinado de Carlos II, “El hechizado”.
Pedro Bernardo
Pedro Bernardo es “El Balcón del Tiétar” que atrae al visitante por el pintoresco paisaje de su arquitectura, que en íntimo contacto con la naturaleza posee su bello casco antiguo, excelente muestra de arquitectura popular de la zona, llena de hermosura y tipismo, con galerías y balcones de madera, casitas encaladas, callejuelas, calles empinadas, barandillas de hierro, portales, plazuelas y pasadizos que le convierte en uno de los pueblos más agradables, apacibles y atractivos del Valle del Tiétar.
De sus monumentos destacaremos la Iglesia Parroquial de San Pedro Advíncula, de estilo renacentista con retablo barroco y losas de piedra, de los siglos XVII ; Las ermita de Santa Ana y San Sebastián ambas también del siglo XVII.; La fuente de los cuatro caños, y El rollo, símbolo de su independencia jurídica y administrativa, situada en el parque del mismo nombre, lugar donde se encuentra también la estatua del sabio Arturo Duperier (1896-1959), natural de esta villa.
Pedro Bernardo, tuvo la desgracia de tener que soportar varios pavorosos incendios, uno en 1986 que arrasó una buena parte de su masa forestal y otros tres más en el año 2000, que calcinaron cerca de 4.000 hectáreas de bosque.
A raíz de estos incendios, se creó una Plataforma Ciudadana, que con el nombre de “Foro de Pedro Bernardo”, tiene como finalidad dar cauce a iniciativas de interés en la recuperación y el desarrollo futuro de Pedro Bernardo.
Como parte de las actividades de esta asociación se creó en el año 2004, El Museo Etnográfico que cuenta con una interesantísima exposición de cerca de 500 piezas de museo, distribuidas en cinco salas temáticas, que con los nombres La Alcoba, El Cereal, La Resina, Artesanía y La cocina, ofrecen al visitante una visión de las tradiciones y las actividades del pueblo, en tiempos pasados.
Fiestas: El Encuentro del Toro en agosto, San Roque del 14 al 20 de agosto y 15 de septiembre.
Un lugar para comer: Asador La Asomadilla. Patatas al caldero (plato típico de Pedro Bernardo), carnes a la brasa, cochinillo y cordero asado. ¡Recomendado!
La Chorrera
Fuente de los cuatro chorros
Calle de los desamparados
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Iglesia
Puerta de entrada de la Iglesia
Plaza de toros
Ermita de Santa Ana
Ermita de San Sebastián
Arturo Duperier, físico investigador de los rayos cósmicos, natural de esta Villa.
El rollo, símbolo de independencia jurídica y administrativa
Museo Etnológico, detalle de la alcoba.
Museo etnológico
Museo etnológico
Museo etnológico “El telar”. El mundo de la lana y la manta fue un factor importante en la economía del pueblo
Museo etnológico
Museo etnológico
Museo etnológico
Museo etnológico.
La lancha de la lumbre en la cocina, que era a la vez, recibidor, comedor y salón de estar.
Museo etnológico
Museo etnológico.
Todo un mundo de entrañables cachivaches.
[ Publicado el 17 de junio de 2007 ]