Puente romano de Lanzahíta
Por José María Santamaría
Justo antes del cementerio, a la salida de Lanzahíta en pos de Arenas de San Pedro la carretera sortea la garganta de la Eliza. Un puñado de metros más abajo parece mecerse este bellísimo puente medieval probablemente románico (que no “Romano”).
Por el transitaron el mismísimo Goya y el compositor Boccherini, camino de Arenas (en “agosto de 1783”) como recuerda una placa en uno de sus extremos.
Allí mismo se sitúa también la sede de la patrona de Lazahíta, la antañona ermita de nuestra Señora del Prado. Estupefactos nos deja una extraña pérgola de ladrillo con planta de media luna antepuesta recientemente al cúbico edificio original. El 8 de Septiembre (festividad de la patrona) y la víspera de la romería del Cristo de la Luz (entre fines de mayo y primeros de Junio), un nutrido gentío se disputa el terreno con las caballerías enjaezadas para la ocasión. Aguas abajo del puente, en la misma orilla se incrusta un escondido manantial de un solo caño, el Venero, al que se accede por un camino enlosado. Un sabroso hilillo de agua brota bajo una inscripción ilegible con varias centurias a sus espaldas